miércoles, 7 de septiembre de 2011

¿Qué son los ecosistemas?





Ecosistemas son conjuntos de entidades materiales: flora, fauna, aire, suelo, agua, que se integran en forma armónica en un espacio determinado.

La complicada dinámica de un ecosistema implica una cadena de interacciones entre todos los seres vivos e inertes que lo integran, a través de las cuales crea sus mecanismos de adaptación, transformación y autorregulación.

Esto determina la importancia de su preservación conjunta, a fin de que no se rompa la cadena vital, al final de la cual se encuentra el ser humano que lo habita.

En el ecosistema cada especie es importante, pues resulta de un proceso evolutivo de largo plazo en el que alcanza sus condiciones óptimas de adaptación y sobrevivencia, proceso que le confiere una información genética única, de la que depende el buen funcionamiento de todo el sistema.

Además, hay que tomar en cuenta la descomposición de la materia orgánica de todos los seres vivos que cumplen su ciclo vital, contribuyendo a la fertilidad del ecosistema, así como las condiciones atmosféricas, el suelo y el agua, determinantes y determinadas por la cadena de interacciones.


Al tener cada especie una posición y funciones propias, la eliminación de una sola afecta a otra en una sucesión progresiva que debilita al conjunto.

La implantación de una especie distinta, como es el caso de los monocultivos industriales, es más grave todavía, porque cambian las interacciones y en consecuencia se extinguen cientos de especies asociadas vegetales y animales, se desarrollan plagas y en consecuencia, se altera todo el ciclo.

Entonces la composición del suelo, las condiciones del aire, del agua y del ambiente cambian y a gran escala significan pérdida de la riqueza del suelo con los consecuentes procesos de desertificación, alteraciones climáticas, deslaves, inundaciones, sequías, entre otros fenómenos naturales.

Cada ecosistema se modifica en forma paulatina no sólo en el tiempo sino también en el espacio. Por esto son importantes las zonas de influencia, debido a las estrechas relaciones entre ecosistemas vecinos, que se producen incluso a nivel de subsuelo.

La riqueza de los ecosistemas determina el grado de biodiversidad de un territorio. Como se ha visto, esta riqueza de especies no incluye solamente aves, peces y mamíferos, sino también insectos y organismos microscópicos que se encuentran en su base alimentaria.

Por ello, cuando un ecosistema se altera los ecosistemas contiguos se vuelven cada vez menos estables. 


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